El pasado sábado 31 de marzo tuvo lugar en el municipio vallisoletano de Arroyo de la Encomienda un encuentro literario organizado por Éride Ediciones y brillantemente coordinado por Santiago Zurita. En él se reunieron no sólo escritores, sino también profesionales de los distintos segmentos del sector editorial o de los medios de comunicación, pero sobre todo, amigos.
La primera de las sesiones de esta jornada, 'La novela: una isla en el océano de la cultura', nos permitió a los presentes intercambiar, en un animado coloquio, nuestras opiniones e ideas sobre lo que la novela representa en la cultura de los pueblos, en lo cual estuvimos genialmente acompañados por el público que acudió hasta el auditorio de La Vega de Arroyo, no muy numeroso, pero sí muy participativo.
Y digo que no muy numeroso porque si algo le faltó a este día, fue recibir un poco más de apoyo por parte del Consistorio, que se limitó a ceder las instalaciones sin implicarse en la promoción de un evento que concentró en su término municipal a un nutrido grupo de escritores de toda España, alguno de ellos con verdaderas vivencias dignas de ser escuchadas.
Tras la inauguración protocolaria, nos pusimos manos a la obra y debatimos mucho y bien, los que estábamos encima del escenario y los que estaban debajo. Entre los temas que se sacaron a la luz tuvimos la relación entre la novela y el poder a lo largo de los siglos, la consiguiente censura, la importancia de los cuentos como herramienta para narrar lo que otros géneros no permiten, lo cual puede suponer una arma para camuflar ideas frente a la mencionada tijera, o el protocolo y disciplina, si es que los hay, que sigue el creador a la hora de dar vida a su obra, un proceso mágico en el que el respetable se mostró muy interesado.
A continuación, llegó el turno de las novedades editoriales, con 'Eulalia de Borbón, la indómita', de Jordi Siracusa; 'Castillos de Aragón', de Luis Zueco; 'Gemelos', de Fernando Pérez; 'Auyantepuy', de María Cantalapiedra, y '1554. La mano bastarda de Dios', de Santiago Zurita.
Pausa para comer y oportunidad de que los autores que nos visitaban descubrieran una de las joyas de nuestra gastronomía, el lechazo maridado con vino de la Ribera del Duero, en un coqueto restaurante escogido de forma soberbia por nuestro cicerone, Santiago.
Por la tarde fue el turno de la mesa más polémica de la jornada, en la que autores, editores, distribuidores y periodistas analizaron la situación del mercado y las dificultades para que el escritor novel alcance un puesto relevante en los medios y en las propias estanterías de la sección de libros. A este respecto, la tertulia sirvió para contraponer opiniones, y quizá el punto en el que todos coincidieron es en la importancia de convencer al público para que opte por el librero tradicional en lugar de por las grandes superficies a la hora de adquirir literatura, pues esos monstruos comerciales abusan y avasallan al creador y ofrecen su obra como el que vende lencería. También hubo tiempo de valorar la situación de la Cultura y su poco apoyo institucional, debido a que no presenta grandes beneficios desde el punto de vista económico o de votos, de manera que se concluyó con un gran suspenso general a la clase política.
Hasta aquí las jornadas. Después de esto, turno de charlar con los nuevos amigos conseguidos, algunos de una mordacidad extrema, como Jordi Siracusa; otros de una gran afinidad temática con un servidor, como el autor de 'Amanecer rojo en Lepanto', Luis Zueco, y otros caracterizados por su sencillez y su simpatía, como Pedro García. Aunque nombrarlos a todos sería tedioso para el lector, no quisiera olvidarme de otras excelentes personas con las que tuve la suerte de compartir el sábado, como Fernando Pérez, María Cantalapiedra, Lucía de Vicente o Carmen Cordero, entre otros muchos.
Un encuentro para recordar en una grata compañía.
Fue una jornada estupenda. Se tendría que fomentar más este tipo de actividades culturales!
ResponderEliminarMuy buen reseña Juan.
Un abrazo
Muchas gracias, Luis. Estoy totalmente de acuerdo contigo y espero que podamos coincidir en más ocasiones de este tipo.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte