miércoles, 11 de marzo de 2020

Castellano hasta en el morir

Tenía el Premio Cervantes, el más prestigioso galardón de las letras en español. Tenía el Premio Nacional de las Letras, el Premio Castilla y León de las Letras y hasta una medalla concedida por el Papa. Sin embargo, José Jiménez Lozano se ha ido sin hacer más ruido del necesario, de una forma sobria, austera, casi hasta ofensiva para su importancia --en plena crisis del coronavirus para pasar aún más desapercibido--, pero muy acorde con su forma de vida, la de un castellano de La Moraña en Tierra de Pinares. 

Tuve la suerte de que me recibiera un par de veces en su casa con una amabilidad y cercanía que hasta conocerlo en persona me costaba imaginar. Y pese a esa cercanía, con un respeto hacia los demás propio de las grandes personas, a las que ni los años ni los premios separan los pies del suelo. Hoy recuerdo la humildad con la que me narraba sus encuentros en Madrid, en su juventud, con las figuras de la literatura de entonces, o cómo me prevenía del riesgo que lo políticamente correcto supone para la creación literaria, advertencia que el tiempo sólo ha hecho que agravar y darle, una vez más, la razón.

Escribía sobre sus creencias, sobre su rebeldía cristiana, sobre Castilla y la mística que forjó su idiosincrasia, siempre poniendo la calidad por delante de lo comercial, quizá una de las causas de que su marcha no haya hecho tanto ruido como merecía y de que, sin embargo, haya sido considerado una de las grandes plumas en español.

Su muerte y funeral fueron propios a su carácter y su forma de ser. La presencia de algunas autoridades políticas --menos de las que deberían rendirle homenaje--, de medios de comunicación y de un cardenal acompañado de media docena de presbíteros, recordaba en la iglesia de Santiago Apóstol de Alcazarén que no se trataba de un funeral cualquiera, pero el ambiente general era el acorde al de un vecino que se ha ido. En silencio, mostrando el cariño y el respeto como se hace en Castilla, con emoción contenida y sin alharacas, según recordó en su homilía monseñor Ricardo Blázquez.

Su marcha me deja un regusto amargo por las oportunidades perdidas para haberle vuelto a visitar en los últimos meses. Por esos "para otro día" que ahora no tienen remedio, vayan mis disculpas donde quiera que esté y mi admiración por su forma de pasearse por la historia de la literatura. Sobran más palabras inútiles para quien sabía manejarlas mil veces mejor que yo. Simplemente, gracias, don José, por su amabilidad, su cercanía, y sus letras.

Descanse en paz, maestro.

lunes, 13 de mayo de 2019

Generación Valladolid



El próximo sábado 1 de junio la Feria del Libro de Valladolid acogerá la charla que bajo el epígrafe Generación Valladolid disertará acerca de la nueva diversidad literaria en la ciudad.

La charla, organizada por la Asociación Cultural Eclipse, estará moderada por la directora de la Gaceta de Castilla y León, Esther Duque, y reunirá a los escritores Juan Martín Salamanca, David Acebes, Dioni Arroyo, Miguel Asensio y Jorge David Alonso Curiel.

Será el escenario de la Sala Fernando Urdiales del Teatro Zorrilla el que acoja este evento enmarcado en la Feria del Libro vallisoletana a partir de las 12.00 horas.

miércoles, 27 de febrero de 2019

'Me llaman Big', de Víctor Vegas

Imagen cedida por Huso Editorial
El escritor venezolano Víctor Vegas presentará el próximo 12 de marzo en Valladolid 'Me llaman Big', novela que aborda distintos conflictos recientes desde la perspectiva del mimo Zbigniew Czajka, o Big.

Tras presentarse oficialmente en Madrid, 'Me llaman Big' se dará a conocer en Casa del Libro de Valladolid a las 19.30 horas, con la presencia del periodista y escritor Juan Martín Salamanca. 

Nacido en Barquisimeto en 1967, Vegas es narrador y dramaturgo. Estudió Ingeniería Informática en la Universidad Centroccidental 'Lisandro Alvarado' de su ciudad natal, donde se graduó y empezó a trabajar en 1992, aunque en la actualidad reside en Madrid. A mediados de los 80 fundó y dirigió una agrupación teatral con la que llevaría a escena sus primeras obras de teatro. A finales de esa década y principios de los 90 publicó relatos cortos en periódicos y revistas literarias.

En 1994 se trasladó a Caracas, mientras que en 2003 abandonó la informática y retomó su carrera literaria. Como narrador ha obtenido premios y reconocimientos -entre ellos el Premio Municipal de Literatura 2007 de la capital venezolana por su libro de relatos 'Mensajes en la pared'- y algunos de sus relatos forman parte de antologías publicadas en España y su país natal. Sus piezas de teatro han sido representadas en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, España, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela. 

Ha publicado, entre otros títulos, 'Infortunio de los objetos' (1991), 'Mensajes en la pared' (2006), 'La naturaleza de las cosas' (2018), 'La edad del rock and roll' (2015), 'Pieza para dos actores' (2005), 'Cuando seamos grandes' (2006) y 'Una sensación vital' (2016).

viernes, 11 de enero de 2019

'El mar de Is'

El Instituto Cultural Latinoamericano, con sede en Argentina, ha reconocido a la escritora mexicana afincada en España Cecilia González Reza con una mención de honor en la 64 edición de su Concurso Internacional de Poesía y Narrativa, en la categoría de Narrativa, por su relato 'El mar de Is', el cual ha pasado de este modo a la final en la que se determinará el ganador del certamen.

Según ha comunicado la organización del certamen, 'El mar de Is' ha sido seleccionado de entre las 2.948 obras enviadas por los 860 participantes en el concurso.

Dicho relato formará parte de la antología 'Letras para el mundo', que cada año editan los organizadores con las obras finalistas.

viernes, 29 de junio de 2018

Ciudad de México

La Ciudad de México es escuchar Cielito Lindo mientras el organillero le da vueltas a la manivela en Madero. Es comer un elote en Coyoacán y bolearte los zapatos frente a Bellas Artes y la Alameda. Es ver cómo se pierde la trama urbana entre el smog mientras comes en el piso 41 de la Torre Latinoamericana. Es contaminación y desigualdad, inseguridad y olor a tacos de canasta. El trapo agitado de un viene viene que te ofrece estacionamiento. La Ciudad de México sigue siendo el Distrito Federal para los nostálgicos y Tenochtitlan para los muy nostálgicos. Es historia prehispánica en el Museo de Antropología y la Virgen de Guadalupe en cada esquina. Es un café bajo la lluvia de verano en el Bosque de Chapultepec y perder horas en el tránsito de Reforma. La Ciudad de México es leer Mujer Montaña y esperar el beso de Gabriel y María al pie del mástil del Zócalo cada 1 de septiembre. Es recorrer las calles del centro en busca de la tumba de Cortés, escondida en una iglesia donde no se permite hacer fotos pero sí vender objetos sagrados como en el Templo de Salomón. Es un cartel taurino en la Monumental y un fuera de juego en el Azteca. Es la rivalidad entre América y Pumas, una canción de La Quinta Estación con acento gachupín, un poema de Manuel Acuña. El viejo DF ahora se escribe CDMX. Son taxis rosas y rutas verdes. Es un apartamento con vistas al Popocatépetl y al Ajusco, un tequila en el Tenampa mientras el mariachi toca Jalisco no te rajes. Es arrugar el morro con el clamato de la michelada y perder la cabeza por unos chilaquiles. Es el grito de rebeldía silenciado en Tlatelolco. Son los exiliados españoles acogidos por una tierra hermana. Es un dolor de cabeza a 2.000 metros y la venganza de Moctezuma. Una vieja laguna a merced de los terremotos. Es un libro de Juan Rulfo olvidado en un parque, son las pinturas de Frida, Rivera y Siqueiros. Una foto de Trotski en la Casa Azul. Es comentar la vida de Luis Miguel y Gloria Trevi con el taxista que te lleva a Taxqueña. Es reírse con Cantinflas y enamorarse de María Félix. La capital chilanga son las vallas electorales del viejo PRI, del joven Morena con su sangre envejecida y del extraño matrimonio entre PAN y PRD. Es cantarle a Corea en su embajada por dejarte llegar al pelotón de fusilamiento brasileño. La Ciudad de México es hacer negocios en Santa Fe, cenar en un restaurante fresa de Polanco, beber una Modelo en La Roma y lucir barba de hipster en La Condesa. Es tomarse un moca achocolatado en Punta del Cielo y un espresso en Cielito Querido. Es el caos hecho urbe. Ciudad de México es extrañarla incluso antes de dejarla.

martes, 12 de junio de 2018

Biblioteca de Verano 2018

Un verano más, fieles a su cita, Dioni Arroyo y Juan Martín Salamanca han acudido con su Biblioteca de Verano, la sección literaria del programa Hoy por Hoy de Radio Valladolid de la Cadena Ser, donde cada semana han planteado dos interesantes propuestas literarias.
Escucha aquí todos los programas.

10/7/2018 ‘Lolita’, de Vladimir Nabokov, y ‘Al principio fue el fin’, de Adriana Georgescu (a partir del minuto 47)

17/7/2018 'Hollywood', de Charles Bukowski, y 'El abrevadero de los dinosaurios', de Daína Chaviano (a partir del minuto 45)

24/7/2018 'Quizá nos lleve el viento al infinito', de Gonzalo Torrente Ballester, y 'La Sinrazón', de Rosa Chacel (a partir del minuto 47)

31/7/2018 'El Napoleón de Notting Hill', de Chesterton, y 'La verdad sobre el caso Harry Quebert', de Jöel Dicker (a partir del minuto 47)

7/8/2018 'Lágrimas en la lluvia', de Rosa Montero, y 'Bahía de Sal', de Gabriela Guerra Rey (a partir del minuto 66)

14/8/2018 'Veronika decide morir', de Paulo Coelho, y 'Pompeya', de Robert Harris (a partir del minuto 46)

21/8/2018 '2001. Una odisea del espacio', de A.C. Clarke, y 'Cien años de soledad', de Gabriel García Márquez (a partir del minuto 46)

28/8/2018 'Un saco de huesos', de Stephen King, y 'Como agua para chocolate', de Laura Esquivel (a partir del minuto 46)